« Eduardo Roca —Chocolate— ha dejado de prometer, para ser ya un pintor de pies a cabeza. Pero aunque tiene los pies bien puestos en la tierra —en su tierra— y la cabeza alta y clara, es del corazón de donde brota su pintura ».

Eliseo Diego
(1976)

 

A quien pueda interesar: Amo y admiro a Chocolate.

Todas las técnicas, todos los colores en su cubanía y universalidad se ven reflejados en una forma de hacer que como el propio Choco, se cuela, se queda sin hacer mucho ruido, como se quedan los amores, la amistad, y las artes plásticas también, sedimentados con los años de consagración ».

Pablo Milanés
(1995)

 

« Los noventa nos han acercado de modo inexorable a lo que llaman ‘media rueda’, pero el Choco a diferencia de otros, cumple sus cincuenta en plena juventud, sin amargura, con su sonrisa intacta, entregando su amistad y su obra con la generosidad de los hombres, de los artistas verdaderos ».

Abel Prieto
(1999)

 

“… no basta el ímpetu, la imaginación, el talento, hay otro aliento, misterio del misterio, poesía que llega de otro mundo más lejano y que acerca ese Dios que puede llorar y blasfemar, amar y hasta morir entre nosotros. Es el Profeta Dios que a Dios acerca, porque arrebata el fuego de sus manos y quemante lo entrega a algunos hombres”

 Alfredo Guevara

(2000)